14 de diciembre de 2015

La importancia de la fuerza.

La fuerza  es una cualidad básica en el rendimiento deportivo.
Bien trabajada ayuda a prevenir  lesiones y te protege de ellas, y sobre todo ayuda potenciar otras capacidades como puede ser la técnica de carrera o la velocidad en un momento determinado.

Pero, ¿Cómo podemos trabajarla?

Tenemos que complementar nuestro trabajo de carrera con el trabajo de la fuerza.
El medio natural en sí, ya nos aporta formas fáciles y sencillas de poder realizar este tipo de trabajo más específico. El mejor ejemplo en este caso son las cuestas, que siempre podemos encontrarlas en parques o caminos.

El tipo de terreno por donde corramos también hace que necesitemos más o menos fuerza para avanzar (por ejemplo en la playa) y por lo tanto estamos también realizando un trabajo de esta cualidad sin darnos casi cuenta.

Pero, también necesitamos hacer fuerza más específica, centrándonos en la diferente musculatura y fortaleciendo dichas partes en concreto.

Un tipo de musculatura muy importante y muy olvidada es la de los pies. Fortaleciendo los pies evitamos esguinces, torceduras y además tenemos más estabilidad a la hora de realizar la pisada en carrera. Para ello podemos hacer ejercicios de propiocepción.

La parte de las lumbares y abdominales es esencial, y con una tabla de Core compensamos las carencias que tengamos en la cintura pélvica.

Los brazos, aunque parezca una tarea imposible fortalecerlos sin una maquina concreta, también son importantes y con un simple banco, árbol o en el césped, podemos realizar flexiones, hacer tríceps o endurecerlos con un simple braceo rápido.
Por último, y de lo más importante, destacar la musculatura de las piernas (gemelos, soleos, isquios, cuádriceps, abductores, aductores…) hay un sinfín de ejercicios que podemos realizar con nuestro peso corporal y que nos ayudan a fortalecer sin la necesidad de un gimnasio. Zancadas, media-sentadilla, subida al banco, skipping alto en el sitio…son algunos ejercicios básicos que podemos utilizar.

Podemos preparar un circuito con estas premisas, y acompañarlo de progresivos o carrera continúa para transferir los ejercicios, e incluso preparar un “fartlek” que mezcle ambos e incluir por ejemplo el trabajo de cuestas.


No sólo hay que correr, si no también fortalecer nuestro cuerpo. ¡A por ello!

Equipo Vg Running


2 de diciembre de 2015

Zapatillas: Rápidas VS Entrenamiento

En el mercado hay un millón de zapatillas diferentes que se pueden utilizar.

Las hay neutras, pronadoras, con más amortiguación, con menos, de competición, de asfalto, de pista, de cross…

Las tiendas especializadas nos pueden ayudar a decidir que zapatilla nos va a ir mejor.

En este post vamos a hablar de las zapatillas rápidas/voladoras o de competición en relación con las habituales de entrenamiento para el atleta popular.

¿Qué diferencia hay?

Lo primero es el peso de la zapatilla. Una zapatilla convencional pesa entre 300-350 gramos y una voladora puede llegar incluso a pesar 100gr menos (entre 200-250gr)

Las llamadas “rápidas” son zapatillas con menos amortiguación que hacen que el pie impulse más a la hora de contactar con el suelo. Por supuesto que son más ligeras que las convencionales y se utilizan para las competiciones y en algunos casos para realizar entrenamientos muy específicos. También podemos encontrar distintas gamas dentro de este tipo de zapatilla, ya que no será lo mismo llevarla en un 10km que en una maratón. Tendremos que mirar la amortiguación de cada una y para lo que están diseñadas.

Hay que tener mucho cuidado, ya que, el rendimiento puede ser más alto con este tipo de zapatillas, pero también, cargan más e incluso un mal uso puede provocar lesiones.
Este tipo de zapatillas sobretodo están destinadas a ritmo de competición altos y hay que tener en cuenta el peso de la persona que las lleva, el impacto contra el suelo es más brusco y la zapatilla no está hecha para “amortiguarlo”, lo que  conlleva lesiones y sobrecargas.

Las zapatillas convencionales de entrenamiento también nos sirven para poder competir con ellas. Estas se pueden utilizar durante cualquier entrenamiento, ya sea específico o un rodaje largo. Están adaptadas a los distintos pesos corporales y formas de pisada (más o menos amortiguación, neutras o pronadoras…) y encontramos mucha más variedad de marcas y modelos. Lo estándar y sobre todo a nivel de corredores populares, es utilizar la misma zapatilla para todo.

Entre medias de estos dos tipos, encontramos las llamadas “mixtas”. No llegan a ser voladoras, pero tampoco tienen el peso de una convencional. Pueden ser un buena opción para aquellos que quieren probar en competición algo un poco más ligero, pero siempre buscando amortiguación y sujeción para evitar lesiones.

Por supuesto que antes de utilizar un tipo u otro de zapatillas es recomendable que preguntes a profesionales, ya que ellos te aconsejaran para ver que se adapta mejor a tus necesidades como atleta.


Equipo VG Running