Psicología y Running: por Martha Alonso
El lenguaje crea realidades, es decir; una orden o un
mandato, cambia la conducta de quien recibe el mandato. Si estamos sentados en
una clase y el profesor dice en voz alta: “levántense”, probablemente todos los alumnos o en su defecto la mayoría,
se levantarán.
De este mismo modo, nuestro cuerpo responde y
reacciona a los mensajes que da nuestra
mente a través de nuestro pensamiento o lenguaje interno. Lo hacemos de manera
automática, muchas veces de forma inconsciente y durante todo el día. Las características de este lenguaje interno
afectan a nuestro estado de ánimo, depende de él que disfrutemos de una tarea determinada o no
lo hagamos y hace variar nuestra percepción de
lo eficaces que somos y de
nuestra sensación de valía personal.
Mensajes como: “Voy superar mi marca”, “Puedo
conseguirlo”, “Estoy en forma, puedo hacer lo que me proponga” o por el
contrario mensajes del tipo: “Estoy cansado”, “Hoy no es mi día”, “No voy tan
rápido como mis compañeros”, “No
aguantaré hasta el final”, tienen efectos diferentes en nuestras
reacciones físicas y emocionales.
El lenguaje
interno o columna izquierda como denominan los coaches, es un narrador que va explicando los eventos que
vivimos en el presente mediante teorías, creencias, valores y recuerdos, todos
adquiridos mediante aprendizaje a lo largo de nuestra vida. Estas teorías y creencias no responden a
ninguna evidencia empírica, son más bien de carácter irracional, basadas en
generalizaciones, prejuicios o absolutismos tales como: siempre, nunca, todo,
nada…
El narrador dirige nuestro comportamiento de tal
manera que puede acercarnos o alejarnos de nuestros objetivos más deseados. Para
comprobar el poder de la columna izquierda te propongo un ejercicio: mientras
que realices hoy tu entrenamiento, piensa y concentra tu atención en la palabra
Sí y
repítela durante unos segundos; sí, sí,
sí, sí, sí, sí, sí, sí y observa qué sucede, cuáles son las sensaciones. Más tarde, haz
lo mismo repitiendo la palabra No; no, no, no, no, no, no, no, no y
observa la diferencia.
¿Y tu narrador, te está alejando o acercando a tus objetivos?
Para ser cada vez más consciente de la columna izquierda, solo tienes que
concentrar tu atención en tu respiración, da igual el lugar donde te
encuentres, tanto en el trabajo,
estudiando o entrenando, y poco a poco
irás habituando a la mente a observar
los mensajes que te dices a ti mismo, y decidir si quieres hacerles caso, o no.
Concéntrate,
entrena tu mente, fomenta un lenguaje interno positivo y ¡alcanza tu
objetivo!
Fuente imágenes: www.hoy.es
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