17 de noviembre de 2015

El flato. ¿Qué es? ¿Por qué nos da? ¿Cómo evitarlo?

El flato, ese gran conocido por todos, ese dolor punzante que nos da en la zona abdominal y que hace que no podamos realizar la actividad física con normalidad.

En muchas ocasiones hemos escuchado la frase “me ha dado flato”, pero por qué nos puede dar, cómo podemos evitarlo, y  más importante, cómo hacemos que se nos vaya mientras corremos…

Hay muchas teorías sobre por qué nos aparece este dolor punzante.

Las grandes hipótesis hablan de una mala respiración, ingerir bebidas gaseosas previas al ejercicio, dejar poco espacio entre la comida y el ejercicio,  lo que supone una mala digestión…Los métodos científicos en cambio, hablan de la posibilidad de escasez de oxígeno en el diafragma, rozamiento de las vísceras con el movimiento y por lo tanto irritación de peritoneo, tensión de los ligamentos que unen el estómago con el diafragma…

Como realmente no podemos saber que lo provoca con fiabilidad, intentaremos evitarlo en la medida de lo posible. Para ello, en carrera buscaremos un ritmo óptimo adaptado a nuestro nivel, una respiración que nos permita coger el aire suficiente para no llegar a un estado de hipoxia ni hiperventilación, por supuesto que la ingesta de la alimentos la realizaremos mínimo 3 horas antes de realizar la actividad física, y en el caso de que nos sea imposible, intentaremos evitar las comidas pesadas y las bebidas gaseosas.

Pero, ¿y si mientras corremos se produce el dolor? Una vez que empezamos a notar que podemos tener flato  lo primero es evitar que vaya a más, ya que muchas veces se hace tan agudo el dolor que es imposible seguir corriendo. Por ello, vamos a respirar con calma, cogiendo bien el aire y soltándolo poco a poco por la boca, así varias veces, y por supuesto disminuiremos el ritmo de carrera y lo adecuaremos a la respiración. Podemos apretarnos la zona con los dedos mientras expiramos, pero es muy importante no agacharnos ni inclinarnos hacia el lado del dolor, sino que hay que estirarse y apretar abdominales. En alguna ocasión, los estudios realizados también dicen que los cambios bruscos de inclinación del tronco durante la carrera pueden llegar a producir flato, (como agacharse en exceso en la subida de una cuesta, o ir demasiado rígidos…) así que para ello fortaleceremos  la zona abdominal y lumbar en nuestros entrenamientos de cara a llevar una buena posición del tronco durante toda la carrera.


Por supuesto que si el dolor es imposible de soportar habrá que pararse y volver al cuerpo a la calma. Si el dolor persiste una vez pasa el tiempo y los días, lo mejor será consultar con un médico.

El flato se produce por igual en hombres que en mujeres.  Sobre todo hay que tener en cuenta que los niños lo sufren más, por ello desde pequeños hay que enseñarles a respirar y controlar su ritmo.

Todos hemos sufrido alguna vez este fenómeno. Ahora toca salir a correr y evitarlo.


¡Que no te pare el flato!



Equipo VG Running



3 comentarios:

  1. GRAN VERDAD a quien no le ha dado flato alguna vez buenas nociones y explicación sobre este tema gracias por el aporte. Un saludo

    http://runningmiestilodevida.blogspot.com.es/
    #TULIMITESTAENQUENOHAYLIMITE

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