11 de enero de 2017

¿Entrenar por tiempo o por distancia?

Entrenar por tiempo o por distancia es un dilema que muchos corredores tienen en su día a día. ¿Qué es mejor? ¿Planificar correr una hora de carrera continua a ritmo de 5' el km o planificar 12km de entrenamiento de carrera continua a 5' el km? 

Objetivamente es el mismo trabajo, el mismo entrenamiento, pero ¿lo es subjetivamente para el corredor?

En muchas ocasiones, el corredor se puede obsesionar en exceso si ve su plan de entrenamiento con kilómetros y más kilómetros. A veces ocurre que al indicar una rutina de carrera continua en km, el corredor suele medirse más, controlar más el tiempo, en definitiva, puede llegar a obsesionarse y quizás produzca un efecto negativo en más de un atleta.

Por tanto, para mi, es claro el debate, os voy a decir lo que bajo mi punto de vista es lo más adecuado, para unir rendimiento, disfrute y evitar la obsesión.

1. Rodajes tranquilos, ritmos regenerativos, calentamientos: para todo este tipo de trabajo, marcar en el plan por tiempo es el mayor acierto, de este modo el corredor no se siente presionado por ir a un ritmo u otro. Sólo coge el reloj, no hace falta ni gps, y mide el tiempo de calentamiento, rodaje o vuelta a la calma. 

2. Series, trabajo específico: este tipo de trabajo, cuando la cosa se pone seria, es más que recomendable hacerlo por distancia, aquí si vamos a medir más estrictamente el ritmo, los tiempos, las intensidades. Nos interesa ser exactos.


Como veis, la división es clara, los ritmos específicos por distancia y los ritmos tranquilos por tiempo. Sin embargo, vamos a encontrar un tipo de trabajo que está a medio camino de uno y otro, es el trabajo de fartlek y cambios de ritmos. Aquí aparece el debate de nuevo ¿Tiempo o distancia? La respuesta es sencilla, lo que queramos buscar, si lo que pretendemos es que el runner corra por sensaciones, sin agobios, y que sea un trabajo intenso pero sin obsesionarnos con el ritmo, marcaremos el entrenamiento por tiempo, por ejemplo, 10 cambios de 1'15'' a ritmo fuerte recuperando 2' al trote suave sin parar. Por otro lado, si queremos hacer un trabajo con mayor especificidad, más concreto, mandaremos el trabajo por distancia, por ejemplo 10 cambios de 400 metros a ritmo fuerte, recuperando 400 metros a ritmo suave.


Respetando esta serie de variables, vamos a poder controlar la situación y lo que es más importante,  podremos diferenciar cuándo hay que ir rápido o cuándo hay que ir tranquilos.

Porque la cabeza juega un papel importante en esto del correr... tenlo en cuenta.

Y como siempre digo, lo más importante, estar en manos de un profesional Licenciado en Ciencias del deporte, con experiencia en la materia y entrenador de atletismo.  

¡A correr!




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