Individualizar es uno de los principios básicos del entrenamiento. Es básico por una sencilla razón, porque cada persona es un mundo y porque lo que a uno le va bien a otro le va mal ... por ello, cada corredor tiene que tener un entrenamiento a su medida, ajustando las cargas a sus características personales.
Por ello, yo, como entrenador del grupo de entrenamiento VG Running, lo primero que hago cuando se une a nuestra escuela un corredor es una entrevista personal donde obtengo toda la información necesaria y completa para conocerle al dedillo. Como siempre digo: conocer a tu atleta es la clave del éxito.
Cada persona ha de trabajar de acuerdo a su nivel, y por tanto las cargas y los ritmos de entrenamiento han de estar ajustadas de manera personal. Si esto no ocurre caeremos en cualquiera de estas dos situaciones:
1) Exceso de entrenamiento: el corredor está realizando un trabajo superior al que debe realizar y puede aguantar, por tanto o bien se lesionará, o sobreentrenará, o no alcanzará el máximo de su potencial.
2) Defecto de entrenamiento: el corredor realiza un trabajo inferior al que está capacitado, por tanto, no adquiere un rendimiento acorde a sus características personales.
Por tanto, el proceso de entrenamiento debe adaptarse al sujeto, y no al revés. No vale eso del mismo entrenamiento para todos por igual sea del nivel que sea... lógicamente dentro de un grupo no es igual una persona que prepare 10km con un objetivo cronométrico a una persona de iniciación que tiene como objetivo acabar una carrera de 5km...
Ahora bien, tampoco hay que volverse locos y hacer que cada uno entrene en soledad... como todo en la vida se puede encontrar el equilibrio y siempre vemos que dentro de un grupo de entrenamiento tenemos a sujetos con características y objetivos similares y ciertas sesiones las podrán realizar en compañía.
Muy importante señalar que desde el punto de vista biológico cada corredor tiene sus propias peculiaridaes, así como desde el punto de vista psicológico tenemos los rasgos que definen nuestras capacidades. motivaciones, intereses...
En definitiva, entrenar lo óptimo para rendir al máximo.
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