Días de noticias, días de reflexión, días de apuestas ... el récord del mundo de maratón ha dado mucho que hablar ... y la proeza no es para menos ...
Este pasado domingo tenía lugar en Berlín una nueva edición de una de las maratones más rápidas del planeta: Berlín. Siempre se habían hecho grandes registros, récords del mundo... y este año el objetivo no iba a ser menos. Los ritmos de carrera eran claros, tenían un objetivo: batir el récord del mundo que poseía Kipsang con 2h03'23''. Y vaya si sucedió ... Dennis Kimetto, atleta keniano fue el más rápido de la historia... bajó 26'' la plusmarca anterior ... y ha reabierto un debate que ya se había puesto sobre la mesa en numerosas ocasiones ... ¿Será alguien capaz de bajar de las 2 horas? ¿Cuánto tiempo pasará si es que lo vemos?
Bajo mi punto de vista creo que estamos hablando de algo fuera del alcance para cualquier atleta por lo menos en un futuro no muy lejano de aquí a 20 años ... al menos desde el punto de vista legal, si se recurren a sustancias dopantes no me aventuraría a dar un pronóstico claro está... en ese caso dejaría de ser atletismo y dejaría de ser realidad... no lo tendría en cuenta.
Lo que hizo este atleta keniano es fuera de lo común, de otro planeta... los ritmos son estratosféricos y totalmente impresionantes... quién dude de ello que intente correr un km a 2'54'', o un cuatrocientos a 1'09'', o un doscientos a 34''-35'' y se dará cuenta de la magnitud de la hazaña ... 42 km a 2'54'' ... ahí es nada.
Cuando estuve en Kenia en 2012 me di cuenta que los atletas del valle del Rift viven con un objetivo claro: salir de allí en busca de un sueño, tener una salida. Si son capaces de correr en Europa un maratón a gran nivel tendrán la vida solucionada ... y la de toda su familia por años ... y eso no es cualquier cosa.
Viven día a día con el único objetivo de salir de allí en busca de éxito, ese éxito que les permita ayudar a su familia, a sus amigos a su gente. Allí los campeones vuelven, construyen hospitales, escuelas, ayudan a su familia, amigos... sólo quieren el bien de la comunidad y no poseen egoísmo... allí Kimetto será a día de hoy un nuevo héroe, un nuevo dios. Una nueva vida le espera, esperemos
que le apetezca seguir corriendo, entrenando duro y luchando día a día por esos sueños que siempre ha perseguido y que el domingo consiguió... porque sin sueños muere el atleta... y no queremos perdernos la zancada de este atleta keniano que tanto tiene que decir en esto del atletismo.
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