La fuerza es una
cualidad básica en el rendimiento deportivo.
Bien trabajada ayuda a prevenir lesiones y te protege de ellas, y sobre todo
ayuda potenciar otras capacidades como puede ser la técnica de carrera o la
velocidad en un momento determinado.
Pero, ¿Cómo podemos trabajarla?
Tenemos que complementar nuestro trabajo de carrera con el
trabajo de la fuerza.
El medio natural en sí, ya nos aporta formas fáciles y
sencillas de poder realizar este tipo de trabajo más específico. El mejor
ejemplo en este caso son las cuestas,
que siempre podemos encontrarlas en parques o caminos.

Pero, también necesitamos hacer fuerza más específica,
centrándonos en la diferente musculatura y fortaleciendo dichas partes en
concreto.
Un tipo de musculatura muy importante y muy olvidada es la de
los pies. Fortaleciendo los pies evitamos esguinces, torceduras y además
tenemos más estabilidad a la hora de realizar la pisada en carrera. Para ello
podemos hacer ejercicios de
propiocepción.
La parte de las lumbares y abdominales es esencial, y con una tabla de Core compensamos las carencias que tengamos en la cintura
pélvica.
Los brazos, aunque parezca una tarea imposible
fortalecerlos sin una maquina concreta, también son importantes y con un simple
banco, árbol o en el césped, podemos realizar flexiones, hacer tríceps o
endurecerlos con un simple braceo rápido.

Podemos preparar un circuito con estas premisas, y
acompañarlo de progresivos o carrera continúa para transferir los ejercicios, e
incluso preparar un “fartlek” que mezcle ambos e incluir por ejemplo el trabajo
de cuestas.
No sólo hay que correr, si no también fortalecer nuestro
cuerpo. ¡A por ello!
Equipo Vg Running
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